El SJD Hospital de Sant Boi coloca por primera vez una bomba de insulina a una persona con diabetes tipo 1

 a Hospital de Sant Boi

La colocación de este dispositivo supone un mayor control del azúcar y una mejora sustancial en la calidad de vida de las personas diabéticas.

A los hospitales comarcales no es muy habitual que se ofrezca su colocación, aunque en los últimos tiempos cada vez están teniendo más presencia.

El SJD Hospital de Sant Boi ha colocado por primera vez un infusor de asa cerrada, popularmente conocida como ‘bomba de insulina de asa cerrada’ en una persona diabética tipo 1. Este objetivo, poco habitual en hospitales comarcales, abre la lleva a una nueva manera de controlar la enfermedad. La colocación de la bomba de insulina supone una mejora en la calidad de vida de las personas con diagnóstico de diabetes tipo 1, puesto que requiere menos implicación del usuario en el control y seguimiento de una enfermedad que está muy presente en el su día a día. Además, su uso permite un mayor control del azúcar, reduce el riesgo de hiperglucemia y rebaja casi a cero el de hipoglucemia.

La diabetes mellitus tipo 1 es una enfermedad autoinmune, donde las personas afectadas son incapaces de producir insulina y, por tanto, tienen que pinchársela con regularidad. En los últimos años, la aparición de nuevos dispositivos de autocontrol de la enfermedad, que funcionan como un sensor, ha permitido monitorizar la glucosa en sangre de una manera más cómoda, puesto que vía aplicación móvil dan información sobre el estado de la persona usuaria y ayudan a tomar una decisión respecto a la inyección de insulina. Además, los infusors subcutáneos de insulina, que inyectan insulina rápida cada 20 minutos, ayudan a mantener unos niveles de azúcar estable.

El infusor de asa cerrada, un adelantamiento en el autocontrol de la diabetes

Ahora, con lo llegada al SJD Hospital de Sant Boi del infusor de asa cerrada, el control y seguimiento de la enfermedad mejora, puesto que deslliura a la persona diabética de la toma de decisiones sobre la insulina a inyectar. La novedad de la conocida como bomba de insulina es que, mediante un software, es capaz de tomar decisiones sobre la cantidad de insulina a inyectar. En este proceso interviene el sensor de autocontrol de la enfermedad, que a través de un aplicativo envía la información que recoge al infusor. Su colocación no requiere una intervención quirúrgica, puesto que se sitúa justo bajo el pellejo, normalmente a la zona del abdomen, y va atado vía cable a un dispositivo electrónico externo.

“Inteligencia artificial? Es un inicio. El propio sistema va aprendiendo según los patrones de la persona diabética y toma decisiones por ella. La información que esta persona le aporta al sistema es cuando comerá y si consumirá una cantidad alta o baja de azúcar, sin ser necesario indicar exactamente las cantidades de lo que consumirá”, afirma del Dr. Gerard Sáenz de Navarrete, ningún del Servicio de Endocrinología del SJD Hospital de Sant Boi.

A los hospitales comarcales no es muy habitual que se ofrezca este dispositivo, aunque en los últimos tiempos cada vez tienen más presencia. “La tecnificación de este aparato es cada vez más sencilla e incluso hospitales comarcales, que cuentan con un Servicio de Endocrinología más reducida, ya pueden colocarlo”, comenta el doctor. El Servicio de Endocrinología del SJD Hospital de Sant Boi confía que, desde ahora, este nuevo dispositivo se pueda continuar ofreciendo entre las personas usuarias con más complicaciones diabéticas tipo 1.

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