Un abordaje multidisciplinario y adaptado, determinante para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual y problemas de salud mental

El Simposium “Nuevo reto en discapacidad intelectual y problemas de salud mental: abordajes psicoterapéuticos y farmacológicos”, coorganizado por el Parque Sanitario San Juan de Dios y la Sociedad Catalana de Psiquiatría y Salud Mental, y celebrado el pasado el viernes 13 de mayo, reunió más de 250 personas entre asistentes al Auditorio Centro Social del Parque Sanitario y en modalidad online para reflexionar sobre como la atención biopsicosocial es clave para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual y problemas de salud mental.

Uno de los puntos clave fue la definición del modelo d ’abordaje de la discapacidad intelectual y la salud mental que se lleva a cabo al Parque Sanitario SJD, que han presentado la doctora Neus Elias, psiquiatra infantil y juvenil del Hospital San Juan de Dios Barcelona, y el Dr. Carlos Peña, Psiquiatre, neurólogo y adjunto en la Unidad de Hospitalización en Salud Mental y Discapacidad Intelectual (UHEDI) de la Red de Salud Mental del Parque Sanitario San Juan de Dios. Los dos profesionales destacaron como pilares del modelo: l ’acompañamiento integral a la persona desde todos los ámbitos de la vida (sanitario, educativo, social, judicial …), el diagnóstico biopsicosocial por una atención multidisciplinaria, asegurar la continuidad asistencial desde la niñez a la adultez y una clara apuesta por la investigación y docencia para hacer crecer el modelo.

Durante la mañana, se mostraron diferentes iniciativas como un protocolo de evaluación de urgencias psiquiátricas de personas con discapacidad intelectual y problemas de salud mental, que pone en relieve la importancia de la comunicación, la escucha activa y un entorno que tenga en cuenta las fragilidades del momento con tal d ’evitar la polifarmacia y rehuir del efecto eclipsador.

También se presentó un plan de apoyo conductual positivo en primera persona por una intervención pactada y acordada con la persona atendida, la familia y el entorno que le da apoyo. Así mismo, se ha mostrado un estudio que concluye que valorar el desarrollo emocional en la discapacidad intelectual facilita un diagnóstico, evaluación y tratamiento más esmerado de la persona.

Por último, se reflexionó sobre la nueva ley 8/21 de apoyo a la capacidad jurídica de las personas con discapacidad, que supone un cambio de paradigma, puesto que promueve la autonomía con referencia a las necesidades de las personas, no de las carencias. Hasta ahora el sistema suplía la toma de decisiones de la persona y ahora se basa en el respecto a su voluntad y preferencias, y es ella la que tiene que tomar sus decisiones con los apoyos que precise.

A modo de conclusiones, la doctora Aida Palacín, coordinadora del grupo de trabajo en trastornos del desarrollo intelectual y de salud mental a la Sociedad Catalana de Psiquiatría y Salud Mental, y psiquiatra a la Red de Salud Mental y Adicciones del IAS, destacó que entre los aspectos más relevantes, los profesionales coincidieron que hace falta hacer crecer el modelo de abordaje complementario, multidisciplinario, compartido y adaptado en el momento de cada persona y, para fortalecerlo, es imprescindible la formación y la búsqueda.

La jornada contó con la inauguración de Aina Plaza, directora general de planificación en salud del Departamento de Salud, que ha puesto en valor el modelo de atención próximo y accesible, y la experiencia, reflexiones e innovaciones de los profesionales.

A la clausura, Magda Casamitjana, directora del Pacto Nacional de Salud Mental, destacó como claves la necesidad de complementariedad entre departamentos para acompañar mejor a las personas a lo largo de la vida, el impulso de la Agencia Social y la necesidad de proteger a los derechos de la persona con asesoramiento, formación y acompañamiento, para fomentar la salud y su recuperación.

Prevalencia de discapacidad intelectual y problemas de salud mental en Cataluña

En torno al 1% de la población general presenta discapacidad intelectual, y aproximadamente un 34% de ellos presenta, además, un trastorno mental asociado, lo que se traduce en un frecuente infradiagnóstico de los problemas de salud mental en este colectivo de personas.

Si hablamos de Cataluña, unas 76.000 personas presentan discapacidad intelectual, de las que, 57.647 disponen de un reconocimiento legal de discapacidad intelectual (Idescat 2017). De estas, 22.800, como dato mediana, serían tributarias de atención en salud mental.

La elevada comorbilidad médica en las personas con discapacidad intelectual aumentan la complejidad en el tratamiento, siendo indispensable realizar un abordaje multidisciplinario.

Programa completo en versión digital, aquí.