Día internacional para la eliminación de la violencia hacia las mujeres 2019. Manifiesto del Parque Sanitario San Juan de Dios.
El 25 de noviembre tiene lugar el Día internacional para la eliminación de la violencia hacia las mujeres. El Parque Sanitario San Juan de Dios se suma a esta jornada conmemorativa y comparte el manifiesto conjunto de la Administración en Cataluña.
Más de 1.000 mujeres han sido asesinadas en el ámbito de la pareja en los últimos 15 años en el Estado español según las cifras oficiales disponibles. En cuanto a Cataluña, el año 2018 se registraron 1.678 delitos contra la libertad y la indemnidad sexual, y se interpusieron más de 13.000 denuncias por violencia machista.
Este lunes, 25 de noviembre, es el Día internacional para la eliminación de la violencia hacia las mujeres 2019. El Parque Sanitario San Juan de Dios se suma a esta jornada conmemorativa y comparte el manifiesto conjunto de la Administración en Cataluña.
Manifiesto para el eliminacó de la violencia hacia las mujeres 2019
De unos años ençà, las violencias machistas, y especialmente las violencias sexuales, se han situado en el centro de las noticias, las redes sociales y, incluso, de las fiestas mayores de nuestros pueblos y ciudades. Estas violencias contra las mujeres, tradicionalmente invisibilitzades, han sido expuestas públicamente por sus supervivientes para denunciar un sistema patriarcal que nos oprime, nos silencia y nos mata. Se ha puesto en evidencia que el problema no son los espacios públicos, los locales de ocio o las fiestas populares, porque las mujeres también sufrimos estas violencias machistas a nuestros lugares de trabajo y a casa.
Las violencias contra las mujeres persisten año tras año, en una sociedad patriarcal que se resiste a perder un statu quo que sitúa a las mujeres en una posición de desigualdad. A pesar de esto, las mujeres hemos roto el silencio y no haremos ni un paso atrás. Dicen que una sociedad tiene los niveles de violencia que puede tolerar y nosotros hemos dicho basta . Nos hemos alzado con el grito de sororitat “yo sí que te creo, hermana”, porque no hay ninguna otra respuesta posible frente a este grave ataque contra los Derechos Humanos.
Una agresión sexual a una mujer no es un hecho puntual, sino una expresión más de la estructura patriarcal, una agresión contra todas nosotros, contra todas las mujeres. Esta violencia funciona de forma aleccionadora, nos socializa en el miedo y nos tira un mensaje bien claro, sobre todo dirigido a las mujeres más jóvenes: quieren controlar y someter la vida de las mujeres.
Las mujeres hemos puesto nombre a unas violencias sexuales hasta ahora naturalizadas y minimizadas, hemos perdido el miedo a señalar y denunciar los agresores y queremos situar a su lugar la vergüenza que supone sufrir una agresión sexual, porque ya no nos queremos culpabilizar más. Por esto, hemos trabajado desde muchos espacios diferentes: desde los movimientos feministas, las asociaciones, las comisiones de fiestas de los barrios, las administraciones públicas, y esto también se ha trasladado a las calles. Hemos hecho patente que una sociedad donde las mujeres son agredidas sexualmente no garantiza sus derechos de ciudadanía.
Hace falta reconocer la lucha constante e incansable de los movimientos feministas, que no han dejado de crear las contranarrativas sobre la violencia sexual que nos han permitido posicionarnos en otro lugar frente unas agresiones que nos quieren infundir el miedo. Aquí, las mujeres jóvenes han sido la punta de lanza de esta transformación. Ellas son las protagonistas de este punto de inflexió, deviniendo la generación de un cambio tanto urgente como imprescindible.
Los movimientos feministas han salido en la calle día tras día y han creído siempre en las supervivientes. Han hecho saber que el consentimiento es un elemento central a la hora de entender la sexualidad, que el consentimiento es reversible y que hace falta renovarlo, que sólo un sí es sí y que todo ello es innegociable. También han denunciado una justicia patriarcal que reproduce el sexismo en sus sentencias y deja impunes los agresores.
En esta línea, el Parque Sanitario San Juan de Dios, continuará abogando para trabajar conjuntamente y coordinadamente con administraciones y agentes sociales para erradicar todas las violencias machistas y contribuir a reparar aquellas mujeres que han sobrevivido.
En último lugar, no queremos acabar este manifiesto sin reconocer la fuerza, el coraje y la valentía de las mujeres, de las supervivientes y de las que han sido asesinadas, de las que han roto el silencio y de las que luchan día a día para hacerlo. Hermanas, no estáis solas! El movimiento feminista es imparable y la nuestra sororitat es nuestra fuerza. Gritamos juntas: si tocan a una, nos tocan a todas!
También podéis leer el manifiesto en este enlace de la página del Instituto Catalán de la Mujer de la Generalitat de Cataluña.
Comité de Dirección
Parque Sanitario San Juan de Dios