Las ‘tejedoras del Prat ’dan al SJD Hospital de Sant Boi 20 mantetes para recién nacidos que nacen sin vida
Estas mantetes son de varios tamaños para bebès nacidos en diferente momento de la gestación.
Además de envolverlos, también se incluirán dentro las llamadas ‘capses de recuerdos’ que crea el equipo del Área Maternoinfantil del hospital delante la pérdida de un hijo.
La primera pieza de ropa que envuelve un recién nacido al nacer se llama bressadora, más popularmente conocida como ‘arrullo’ o ‘arrullo’ en castellano. Estas mantetes también se utilizan en el caso de nacimientos sin vida, para sostener el bebè el poco tiempo que los padres pueden compartir consigo . Las bressadores convencionales, hechas con un tamaño estándar de bebès nacidos a plazo, son demasiados grandes para estos recién nacidos, que nacen en diferentes semanas de la gestación.
Conocedoras de esta situación y necesidad, un grupo de costureras del Prat de Llobregat, que se llaman ellas mismas ‘tejedoras del Prat ’, han confeccionado de diferentes tamaños para estos pequeños recién nacidos y han hecho una donación de 20 piezas al Área Maternoinfantil del SJD Hospital de Sant Boi.
Además de envolverlos, las bressadores también se incluirán dentro las llamadas ‘capses de recuerdos’, que crea el equipo del Área Maternoinfantil del SJD Hospital de Sant Boi del Parque Sanitario San Juan de Dios. Estos capses personalizadas se entregan a las familias que pierden un recién nacido en algún punto de la gestación o en el momento del nacimiento. Su contenido contiene varios objetos, por la importancia de crear recuerdos físicos enfrente la pérdida de un hijo. Pueden ser huellas de manos y pies, una fotografía, una ecografía, una piedra pintada, una letra de su nombre o también esta primera y única manteta.
“Se trata de una pieza de ropa muy característica de recién nacido, que normalmente conservan los padres como la ‘primera’ cosa que tocó al nacer”, explica Clara García Terol, comadrona, supervisora del proceso maternoinfantil al SJD Hospital de Sant Boi y coordinadora de la comisión de atención a la pérdida perinatal. “En el caso de recién nacidos muertos conservarla aún es más importante, no sólo para ser lo primero que tocan sino porque es casi el único que estará en contacto con ellos”, concluye.