Epilepsia: una enfermedad bastante desconocida con una alta prevalencia a la sociedad

 a SJD Hospital de Sant Boi

El 1% de la población es epiléptica, hecho que la convierte en una enfermedad frecuente, que está identificada como la segunda causa de consulta neurológica a urgencias.

Una persona diagnosticada de epilepsia puede hacer vida normal, teniendo en cuenta que tiene que tomar la medicación, seguir ciertas recomendaciones y cumplir con las obligaciones marcadas por ley.

Frente una crisis epiléptica: calma, llamada al 112, protección y observación.

La epilepsia es una enfermedad crónica del sistema nervioso central, provocada por el aumento de la actividad eléctrica de las neuronas, que se traduce en crisis epilépticas. Durante una crisis epiléptica las personas afectadas pueden experimentar diferentes síntomas en función de la zona cerebral afectada.

La epilepsia es una enfermedad frecuente, con una prevalencia en torno al 1% de la población y la segunda causa de consulta neurológica a urgencias, por detrás del ictus. Es una enfermedad que no entiende de edad o de sexo, aunque a la niñez o la vejez la frecuencia es mucho más elevada, y que puede aparecer en cualquier momento de la vida.

A pesar de esto, la epilepsia aún es fuerza desconocida a la sociedad y por este motivo, y para hacer difusión y normalizar como es la vida de una persona epiléptica, el SJD Hospital de Sant Boi del Parque Sanitario San Juan de Dios se suma esta semana a la conmemoración del Día Internacional de la Epilepsia, que se celebra todos los años el segundo lunes del mes de febrero.

La epilepsia, una enfermedad frecuente y poca conocida

“De ataques epilépticos hay muchos tipos, no todos cursan con convulsiones (aunque es el más frecuente), y esto dificulta el diagnóstico. Hace falta recordar que una crisis epiléptica no te convierte en epiléptico”, explica la Dra. Maria Aiguabella, neuróloga al Servicio de Neurología del SJD Hospital de Sant Boi .

A la práctica se habla de epilepsia cuando :

  1. Se han tenido al menos dos crisis (no provocadas), donde no interviene un factor externo (consumo de tóxicos, bajada de azúcar, infección, etc.)
  2. Una crisis (no provocada) con una causa que te aumente el riesgo de tener nuevos ataques. Si el riesgo es bajo se sigue una conducta expectante, de observación.

Y por qué se producen estas crisis? “Un 50% de los casos no sabemos por qué ocorren, puesto que hay muchas causas que pueden provocar esta enfermedad, y muchas de ellas pueden ser de origen genético”, explica la doctora. A pesar de esto, sí que diferencian dos tipos de causas: neurogenéticas y por lesiones en el cerebro (traumatismos, malformaciones, tumores cerebrales, etc.) o enfermedades de origen neurológico.

Epilépticos: vida normal con tratamiento y recomendaciones

“Las personas con un diagnóstico de epilepsia tienen que incorporar la enfermedad al su día a día, tomar diariamente la medicación y seguir ciertas recomendaciones, como ocurre con otras enfermedades, pero nuestra recomendación es que hagan vida normal”, comenta la Dra. Maria Aiguabella.

En la actualidad, a pesar de los evidentes avances, la epilepsia sigue siendo una enfermedad desconocida y, por este motivo, fuertemente estigmatizada por la sociedad, que puede llegar a esconderse por miedo a las repercusiones sociales, laborales y escolares. Esta situación puede repercutir de manera negativa en la calidad de vida de las personas con diagnóstico de epilepsia y de sus familiares.

Con un diagnóstico de epilepsia se recomienda:

  1. Seguir un horario de son y una rutina estable, yendo a dormir siempre a la misma hora. La epilepsia está muy influenciada por la son.
  2. Evitar el consumo de cualquier droga.
  3. Evitar situaciones en que una posible pérdida de conciencia pueda provocar daños importantes, como la práctica de deportes de riesgo (submarinismo, alpinismo).

Ser epiléptico también implica seguir una serie d ’obligaciones, establecidas por ley, para prevenir accidentes:

-No pueden conducir hasta que no haya pasado un año de la detrás crisis.
-No pueden ser conductores profesionales.
-No pueden tener licencia de armas.

Cómo actuar frente una crisis epiléptica

Las crisis epilépticas pueden darse sin aviso previo o puede ser que el afectado no tenga tiempo a reaccionar o avisar de lo que le está pasando. “La medicación epiléptica puede ayudar a controlar los grandes ataques, pero en ocasiones no los pequeños y, por este motivo, hace falta poner en conocimiento de familiares y amigos que somos epilépticos, y explicarlos como tienen que actuar frente una crisis”, explica la neuróloga Maria Aiguabella.

En esta línea, desde el Servicio de Neurología del SJD Hospital de Sant Boi enumeran los pasos a seguir por una persona que presencia una crisis epiléptica:

  1. No perder la calma y llamar al 112, especialmente si la persona que está teniendo una crisis no es epiléptico.
  2. Evitar que se golpee por la caída o debido a los movimientos repetitivos que se producen durante la crisis. A diferencia de lo que dice la cultura popular, introducir algo a la boca es contraproducente.
  3. Colocar a la persona afectada en posición de decúbito lateral enseguida que se pueda.
  4. Observar para dar información a los profesionales asistenciales cuando lleguen (como ha empezado, cuánto ha durado, características).

Una enfermedad con un amplio abanico de tratamientos

La epilepsia se trata desde hace más de cien años, y en este tiempo los tratamientos han evolucionado de manera muy notable. Actualmente se cuenta con tratamientos de nueva generación, con fármacos eficaces, donde se han mejorado los efectos adversos y también la tolerancia.

A pesar de esto, hasta un 30% de los epilépticos no se pueden controlar con medicación, puesto que se trata d ’epilepsias conocidas como “farmacoresistents”. En estos casos, en los últimos años también se ha avanzado en técnicas quirúrgicas y de localización del foco epileptogen. Se trata de epilepsias que requieren de estudios avanzados y que se derivan a unidades de epilepsia, unidades de carácter multidisciplinario donde trabajan epiletòlegs, neurólogos, radiólogos, neurocirujanos y neuropsicólogos, para averiguar si esta epilepsia puede reducirse o curarse de manera quirúrgica.

La investigación genética y las nuevas tecnologías son dos puntos clave en el adelantamiento de esta enfermedad. Hoy en día la genética ya permite poner nombre a algunos tipos de epilepsia, como por ejemplo la epilepsia mioclònica juvenil, un hecho que mejora el pronóstico, pero aún ha molido camino para recurrir. Por otro lado, herramientas digitales como las apps ya permiten que las personas epilépticas puedan tener un control digital de su enfermedad y compartir la información directamente con el médico, pero el futuro pasa por dispositivos que permitan avisar y registrar una crisis epiléptica.

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