Programa de atención a mujeres que experimentan trastornos mentales por agresiones o maltratos del Centro de Salud Mental de Adultos (CSMA) de Cornellà
Un trabajo coordinado y en red a la comunidad que ofrece sesiones grupales para trabajar herramientas personales de superación y aprendizaje, y para la prevención.
El programa de atención a mujeres que experimentan trastornos mentales por agresiones o maltratos se lleva a cabo, desde hace 20 años, al Centro de Salud Mental de Adultos (CSMA) de Cornellà de Llobregat , un dispositivo comunitario de la Red de Salud Mental del Parque Sanitario San Juan de Dios.
La peculiaridad que lo hace especial y pionero a escalera estatal es que se trata de un programa integral basado en la coordinación constante con otros dispositivos, tanto del Parque Sanitario SJD como de la ciudad de Cornellà, en la comunidad y entorno de la mujer. El equipo lo forman una psicóloga, una psiquiatra y una trabajadora social, y tanto se trabaja con salud mental como con atención primaria y otros agentes del territorio : el programa de apoyo a la primaria (PSP), servicios sociales del ayuntamiento de Cornellà, el Centro de información y recursos para las mujeres (CIRD), el Centro de Salud Mental Infanto Juvenil (CSMIJ), el Centro de desarrollo infantil y atención precoz (CDIAP)…
Es pues, muy importante, que el programa se desarrolle en un CSMA del municipio y no en un hospital, para que la mujer no tenga que salir del propio entorno y facilite la conexión con otros servicios de la comunidad, tanto del ámbito de salud como social.
Impacto de los maltratos en la salud de las mujeres
La violencia contra las mujeres es una forma de exposición, puntual o crónica, que modifica los mecanismos involucrados en las respuestas físicas y emocionales de las mujeres. Las consecuencias emocionales en un inicio son menos evidentes a nivel físico, pero a largo plazo puede tener consecuencias tanto físicas como mentales, provocantes respuestas de evitación e hipervigilancia, muy frecuentes en los trastornos de salud mental, en estrés postraumático, en trastornos de adaptabilidad o de abuso de sustancias.
Estas circunstancias, además de los efectos emocionales y de salud mental, también impactan sobre el sistema inmunitario, empeorando, así, la salud física de las mujeres provocantes más prevalencia de patologías como la fibromiàlgia o los infartos de miocardio, entre otros. Por este motivo es importante identificar cuando la violencia contra la mujer se la raíz de estos malestares.
El caso del CSMA de Cornellà de Llobregat
Con veinte años de funcionamiento y casi 300 derivaciones a 2021, desde el CSMA de Cornellà de la Red de Salud Mental del Parque Sanitario San Juan de Dios, se ha conseguido crear una red de coordinación y sinèrgia, basada en el diálogo transversal, con los diferentes servicios de la ciudad que han facilitado un sólido circuito de derivación, en el cual profesionales de diferentes servicios se vinculan para dar respuesta cuando detectan la necesidad de atención a una mujer que podría estar experimentando trastornos mentales por agresiones o maltratos.
El programa que se desarrolla al CSMA de Cornellà, además de la atención individual, comprende una serie de 12 sesiones grupales de 50 minutos, moderadas por una psicóloga, en el que se entrenan herramientas personales y se trabajan diferentes estrategias para afrontar la situación de aislamiento, para trabajar la autoestima, la dependencia emocional o económica, pasando a un control y autonomía de su vida, saliente por ellas misma de la soledad.
Carme Sánchez, psicóloga Clínica del CSMA de Cornellà de Llobregat y referente del programa, destaca que con este servicio “las mujeres pasan de ser víctimas a ser supervivientes, del aislamiento al apoyo social, y a tener un proyecto de vida”.
En el programa, que tiene una versión para mujeres adultas y otra para mujeres jóvenes, se trabaja el concepto desde el punto de vista que la violencia hacia las mujeres es una cuestión estructural, “pues los ha pasado a todo casi bien las mismas cosas. No son ellas, es estructural”, recalca Carme Sánchez.
En el caso del grupo para jóvenes, tiene un enfoque más preventivo, aunque hay mujeres jóvenes que ya han sufrido violencia física o a través de las redes sociales. Normalmente este tipo de violencia lo identifican desde las familias o los centros de educación secundaria, y es por este motivo que se trabaja muy intensamente con la red de juventud, para facilitar herramientas a las mujeres jóvenes para el que puedan detectarlo y denunciarlo antes.