La escalada terapéutica como herramienta de trabajo con jóvenes con problemas de salud mental
Permite abordar aspectos como la resolución de problemas, la tolerancia a la frustración, la gestión de emociones, del riesgo y la confianza, así como la mejora del vínculo terapéutico.
El programa consta de 8 sesiones, hace un año y medio que funciona y ya han participado una quincena de jóvenes vinculados a la Red de Salud Mental del Parque Sanitario SJD.
En el Centro Educativo Los Tilos, de la Red de Salud Mental del Parque Sanitario San Juan de Dios, se lleva a cabo la escalada terapéutica, un programa pionero en Cataluña que busca un acercamiento diferente a jóvenes con los quien no han funcionado otras intervenciones más convencionales o con dificultades para el vínculo terapéutico.
Esta actividad se desarrolla a la unidad de convivencia terapéutica especializada en la atención y tratamiento intensivo de adolescentes de 14 a 21 años con problemas de salud mental y adicciones de elevada complejidad clínica, social y familiar que están cumpliendo una medida judicial de internamiento, con el objetivo de la reinserción comunitaria.
El programa de escalada, liderado por un psiquiatre y un educador social, y que en un año y medio de recorrido ya han participado una quincena de jóvenes, consiste a facilitar la terapia a través de la vivencia de la acción, la reflexión de la experiencia y la aplicación de los aprendizajes a la vida diaria, abordando tanta la parte terapéutica como la parte pedagógica. La escalada se lleva a cabo en un rocódromo, excepto en la última sesión, que se desarrolla en entorno natural.
Beneficios demostrados científicamente aplicados al programa del Parque Sanitario SJD
Existe evidencia científica que el deporte tiene beneficios en la salud mental y, en este sentido, estudios recientes han determinado el potencial de la escalada como herramienta para favorecer la reducción de la depresión y la ansiedad, y han mostrado también resultados positivos en cuanto a mejora de los trastornos de conducta y comportamientos disruptivos en adolescentes.
Los jóvenes que conviven al Centro Educativo Los Tilos tienen alta prevalencia de trastornos de conducta, hiperactividad y consumo de sustancias y, en muchos casos, presentan grande comorbilidad con otros trastornos afectivos. Se trata de chicos y chicas que habitualmente presentan dificultades para regular sus emociones, y muchos de ellos tienden a la extraversión y a la búsqueda de sensaciones. Son jóvenes con alto riesgo de exclusión social y poliestigmatización.
La estrategia del programa de escalada se basa en la intervención psicoterapéutica experiencial y en la introducción de terapias de tercera generación, como el Mindfulness, que ponen en relación percepciones, sensaciones, emociones, pensamientos y conductos de los jóvenes, mientras aprenden dinámicas y técnicas de escalada, que facilitan procesos para abordar aspectos que dificultan su vida diaria y la mejora del vínculo terapéutico.
El programa consta de ocho sesiones en que participan un máximo de 5 jóvenes y en las cuales se trabaja la atención focalizada, la propiocepción, la resolución de problemas, la tolerancia a la frustración, aprender a gestionar las emociones como el miedo, la responsabilidad, la gestión del riesgo y la confianza. La actividad consta de un cierre y reflexión como herramienta de aprendizaje para la vida cotidiana, que se trabaja tanto en grupo, como individualmente.
El porque de la escalada como intervención en salud mental
Hoy día ya se utiliza la escalada como herramienta de intervención en varios centros de Austria, Suiza, Alemania o el Canadá como prevención o tratamiento para trastornos de la movilidad y por trastornos afectivos y de adicciones, puesto que aporta beneficios en las habilidades emocionales, cognitivas y sociales, aparte de las motrices.
Emocionalmente, la escalada presenta retos de rápida obtención (hacer un movimiento o una travesía), la superación de la que aumenta la motivación intrínseca de los jóvenes, así como la confianza en si mismos, la autopercepción y la autoestima, aspectos fundamentales en trastornos como la depresión u otros trastornos afectivos.
A escalera cognitiva, la escalada implica una constante búsqueda de soluciones a los problemas, lo cual fomenta la creatividad y la concentración en el movimiento. La reducción de la superficie de contacto de pies y manos requiere una mayor focalización y control neuronal que otras actividades en el suelo.
En el ámbito social, la escalada terapéutica fuerza un trabajo de cooperación y ayuda mutua, pues hace necesaria la comunicación y la confianza con los otros compañeros y con el terapeuta, imprescindible por la seguridad en la actividad y esencial por la mejora del vínculo terapéutico.