Deporte en comunidad: beneficios físicos y emocionales

 a Deporte y salud, Salud mental

La práctica deportiva es, también, una herramienta terapéutica, rehabilitadora y de inclusión social.

El deporte y la actividad física influyen positivamente en la salud física: prevención en riesgos cardiovasculares, enfermedades crónicas, obesidad, cáncer, osteoporosis y enfermedades degenerativas, pero también en la salud emocional: ansiedad, depresión y disminución del estrés; mejora en las capacidades cognitivas, habilidades sociales, autoconcepto y resiliència. Si esta práctica se realiza en espacios y actividades comunitarias, contribuye, además, a disminuir el estigma social, el autoestigma y favorece la adopción de roles socialmente significativos y satisfactorios para la persona.

En este sentido, la práctica de l ‘deporte y actividad física puede tener un papel muy importante tanto a escalera terapéutica como de prevención, dentro de la promoción de estilos de vida saludable. La Plataforma SOMOS Salud Mental 360 de San Juan de Dios ha elaborado un monográfico sobre la práctica de la actividad deportiva comunitaria y los beneficios para la persona con problemas de salud mental a través de modelos y experiencias; tal y como se apuesta, también, desde la Red de Salud Mental del Parque Sanitario San Juan de Dios.

La Carta Europea del Deporte define el deporte como cualquier actividad física que, a través de la participación informal u organizada, tenga como finalidad mantener o mejorar la condición física y el bienestar mental, formar relaciones sociales u obtener resultados en competiciones de todos los niveles.

La actividad física, además, nos protege de tener depresión y ansiedad y disminuye la sintomatología cuando estos problemas ya han aparecido. Las personas con un problema de salud mental verán también como mejora su percepción subjetiva de salud, su motivación, autocontrol y autonomía. No sólo por como el ejercicio impacta y modifica el cerebro, sino también porque permite disfrutar, socializar y mejorar la autoestima.

Se entiende, pues, que la actividad física y la práctica deportiva tiene que ser un derecho accesible a todo el mundo y que proporciona múltiples beneficios para las personas con problemas de salud mental. Es un hábito saludable que permite mejorar la salud y también es una herramienta terapéutica, rehabilitadora y de inclusión social.

Programas de salud y ejercicio creado ad hoc para el colectivo de personas con problemas de salud mental permiten generar adherencia hacia el ejercicio físico y provocar un cambio de estilo de vida. Estos programas palían el deterioro físico, cognitivo y mental que puede presentar este colectivo. Personas con menos deterioro físico y mental toman decisiones serenas sobre su vida, su proyecto vital y la adherencia a los programas de recuperación. También prevé la sintomatología de la depresión, ansiedad y la psicosis.

Siguiendo este enlace de SOMOS Salud Mental 360 encontraréis más información.

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