El investigador Joan Domènech visita Radio Sant Boi para hablar de un estudio que determina que la soledat es uno de los principales desencadenantes de la depresión

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publicado 22 diciembre 2021

La probabilidad que una persona que vivo en situación de soledat desarrolle una depresión es cinco veces más altas que una que no tiene este tipo de sentimiento.

Este es la principal conclusión que se desprende del estudio publicado a la revista Journal of affective disorders, liderado por el doctor Joan Domènech. El sociólogo e investigador del grupo de búsqueda “Epidemiología de los trastornos mentales y el” envejecimiento” del Parque Sanitario San Juan de Dios, ha visitado este lunes Radio Sant Boi para explicar los resultados de la búsqueda.

La investigación que se ha llevado a cabo parte de muestras representativas de otros estudios anteriores que ya demuestran que la soledat está relacionada con el desarrollo de trastornos mentales como la depresión o la ansiedad, y, al mismo tiempo, de resultados del proyecto MindCovid en el cual ha participado este grupo de investigadores, y que estudia el impacto de la covid-19 en la salud mental de la población.

La afectación de la pandemia de la covid-19 en la salud mental de los jóvenes

En este sentido, la pandemia de la covid-19, ha agravado la salud de la ciudadanía, especialmente durante el confinamiento, siendo los jóvenes entre 18 a 34 años, los que presentan una prevalencia de depresión superior al 15%, un 50% más alta que la de la población de más de 50 años.

Unos datos, como apunta el sociólogo Joan Domènech, que no los han sorprendido porque las medidas para a la contención de la covid-19 ya hacían prever que tendrían consecuencias en la salud mental de la ciudadanía, debido a la dificultad para relacionarse.

Esta prevalencia en los jóvenes se puede explicar según el sociólogo, porque “tienen unas necesidades relacionales diferentes como por ejemplo un contacto más frecuente y variado que otros grupos poblacionales. Pero al mismo tiempo, ha podido influir el hecho de que hayan estado más perjudicados por factores como la pérdida de trabajo o de poder adquisitivo”.

Por otra parte, el investigador recomienda que delante el interés y preocupación creciente de la población verso la salud mental “se tiene que informar de forma veraz y concienciar de la necesidad de cuidar no sólo la de un mismo, sino también la de los otros. Todos podemos hacer más, en ocasiones sólo hace falta mirar a nuestro alrededor”. Este estudio vincula soledat y depresión, una relación que se mantiene, pero si hay más casos de soledat hay más de depresión.

Domènech explica que, aunque se han evaluado otros factores de riesgo, la soledat es el predictor más potente de la depresión, por encima de otros condicionantes como las variables socioeconómicas o una red de contactos muy limitados.

En último término, el investigador señala la importancia de las campañas preventivas en salud mental, es decir, prestar asistencia psicológica a las personas que se sienten solas para superar esta soledat, pero también destaca la importancia de otro tipo de intervenciones, para que estas personas puedan mantener unas relaciones sociales satisfactorias.